1° Experiencia

Marzo 31, 2019
Actividad y Servicio
OA1

Mi Granito De Arena Para

Un Mundo Mejor 🙌


En el Perú hay mucha gente que tiene que salir a las calles para poder ser el sustento de sus familias, en especial muchos niños y personas mayores que no cuentan con los recursos necesarios para tener una buena calidad de vida. Por este motivo decidí compartir con ellos dos de mis actividades favoritas que son: cocinar y ayudar a los demás, siempre con una sonrisa. 




Por ello, consideré una opción que le pudiera agradar a la mayoría de personas como un sándwich de jamón y queso. Mi preparación comenzó en la mañana, ya que quería hacer un pequeño cartel en el que mostraramos un mensaje inspirador y que mostrara mi deseo de ayudar, pues según el contexto que se vive en Perú, las personas pueden confundir o malinterpretar facilmente las acciones; por lo cual tendrían la idea equivocada de que yo vendía algún producto. Por ese motivo, se me ocurrió la frase: "No hay una razón para ayudar", con la esperanza de que entendieran que no necesito ningún motivo  personal para hacer algo frente a los problemas de mi comunidad.



Después de haber prepararado los sándwiches, los acomodé de tal manera que me entraran todos en una caja de plástico, en la cual guardaba algunos cuadernos y hojas de años escolares anteriores, por lo que opté por reciclar ese material lo más pronto posible y darle una segunda utilidad a la caja. Etonces, cuando ya estaba lista, junto a mis padres, recorrimos a pie las distintas avenidas que se encuentran cerca a mi casa.


 


Al principio estaba nerviosa por cómo iba a reaccionar la gente porque no es muy común que alguien de mi edad realice ayuda social. También mi mamá me comento que cierta gente era desconfiada e iba a rechazar lo que entregara por cuestión de higiene, la calidad de la comida, etc. Pero luego de ir entregando lo que había preparado me sentí feliz y con la sensación de que estaba haciendo lo correcto en mi comunidad. La gran mayoría estaban muy agradecidos por recibir algo de comida, incluso se divertían y otros me felicitaban por las buenas acciones que estaba haciendo.



 


En conclusión, esta experiencia fue muy significativa para mi, no solo por ser la primera que realizo en este curso de CAS, sino por la paz y felicidad que sentí al poder ayudar a las personas que se encuentran en las calles, trabajando día a día por un futuro mejor para ellos. Además, me enseñó a valorar el  esfuerzo que realizan todas las personas para ganarse la vida porque no es nada  fácil cargar una caja y caminar por las calles todo los días. Por último, me comprometo a seguir cooperando con los demás siempre que se me presente dicha posibilidad y apreciar lo que tengo, pues hay muchos chicos que no tienen esa oportunidad.


 


Reflexión:

En esta experiencia pude darme cuenta de que en verdad no soy tan mala en la cocina como creía, pero sobre todo, me di cuenta que tengo una gran vocación al servicio porque disfruto ayudar a los demás y poder hacer que se sientan mejor a pesar de las situaciones que atraviesan. Por lo que a pesar de las miradas desconfiadas de ciertas personas, continué con mi misión de repartir algo que me hace feliz y espero que también pudo haber alegrado a los demás ese día.



 

Comentarios

Entradas populares